Día 28

Lunes 25 de Noviembre 

/*/*/Por la mañana/*/*

Desperté tarde. Chase estaba ocupado con los potenciales compradores de los autos. Yo sola me las ingenié para bañarme con el agua heladísima, la verdad no me costó mucho y fue más tranquilo que hacerlo en presencia de Chase.

Por fortuna los gemelos pasaron por mí para llevarme a la escuela.

Una vez ahí la directora me llamó a su oficina, la buena noticia es que podré seguir estudiando en la escuela con una beca completa, dado que madame ya no está aquí para pagar mis gastos. Agradecí a la directora por el noble gesto. Le estaré agradecida por siempre, de verdad no quiero dejar este lugar.

La mañana pasó tranquila, mis amigos están emocionados con mi nuevo puesto en la panadería y bueno me ayudarán a conseguir otro empleo más de ser necesario.

A media mañana recibí un texto de Chase donde me comunicaba que consiguió vender todos los autos y se quedó con sólo uno. De momento la deuda bancaria estaría saneada, ahora necesitamos para el diario: comida, cuentas de telefonía, agua, luz… podremos sobrevivir por nuestra cuenta estoy segura.

/*/*/*/*por la tarde/*/*

Inicié mi trabajo en la panadería, la verdad es bastante entretenido de momento estoy destinada a la atención de clientes. Stella trabaja en la caja y Kyle está como ayudante de panadería, los tres la pasamos tranquilamente. Mi primer día fue bastante bueno, recibí algunas propinas de los clientes, con suerte esta noche podremos cenar algo rico. 

Estoy muy contenta, rodearme de nuevas personas, de nuevas experiencias está abriendo mi creatividad, quiero llegar a casa y escribir la historia que tengo en mente.

/*/*/*Al salir del trabajo/*/*/*

Recibí una gran sorpresa, Chase me esperaba afuera de la panadería apoyado sobre un viejo mini cooper aparentemente del 1970. Sonrió la verme y me recibió con un beso en la frente.

—Suba a mi nuevo vehículo, princesa del pan— dijo.

Sonreí por el comentario. Él abrió la puerta y esta chirrió dejando una estela de óxido en el suelo. El autito negro era algo (bastante) viejito.

Eso no fue lo más gracioso del auto, Chase encendió el motor y el capó empezó a sacudirse violentamente amenazando con abrirse de un momento a otro.

—¿Es seguro viajar en esto?— pregunté

—No estoy seguro, pero estamos ambos en esto—se volvió para mirarme con una sonrisa traviesa

El auto partió dando ligeros sacudones y echando por el tubo de escape una densa nube de humo. Esa es la historia de cómo cambiamos el lujoso Porsche nuevísimo con este autito peculiar.

/*/*/*al llegar a casa/*/*

La mansión aún se siente vacía, extraño a Ian y sus ocurrencias, los deliciosos platillos de Dorothy, extraño los regaños de madame ¡Oh los buenos tiempos!.  De un momento a otro todo se derrumbó. Siento que Chase y yo somos los únicos pilares que mantienen en pie esta mansión ahora. Prometo que haré todo lo posible por volver a ver esta casa brillar, llena de invitados, llena de vida como lo fue cuando llegué, lo prometo en memoria de Madame.

Andy me envió una receta al celular y afortunadamente encontré todo en la refrigeradora (que ya casi está vacía) la cena resultó decente, Chase se comió todo.

Cuando me disponía a  escribir mi historia las luces se apagaron.

—¡Chase! ¡Dime que no olvidaste pagar la cuenta de la luz!

—¿Si digo que sí que puede pasarme?

Este chico en realidad no tiene ni idea de cómo se lleva una casa. Luego de regañarle un poco decidí contarle mi idea para la historia que quiero escribir. Él se quedó escuchándome atento y me pareció ver sus ojos brillar en la oscuridad.

—¡Meg! ¡Tienes que escribir esa historia ya!— se puso de pie y tanteando las parees entro a la cocina, tras un gran alboroto regresó trayendo unas velas y las encendió en la mesa de centro.

—Vamos, empieza ahora mismo, quiero verte escribir.

Busqué dentro de mi mochila de la escuela y tomé el cuaderno anillado que me regaló, empecé a plasmar la historia desde el principio…

Espero que la lea ya terminada  y le guste.