Día 31
Sábado 14 de Diciembre
Zigmund y yo
planeamos el día y hora de la boda falsa. Acordamos que Chase no se enteraría
de esto hasta que todos los papeles estén arreglados. Y el “gran” día es hoy.
Como era de
esperarse le conté a los gemelos pero ambos no estuvieron de acuerdo, se
enojaron muchísimo y hasta temí que dejaran de hablarme. Thomas estaba muy molesto dijo que si el dinero era
el problema ellos pudieron ayudarme si se los hubiera pedido. Pero ambos sabemos
que no podían permitirse este gasto por una extraña.
Estaba a bordo del auto blanco de Zig, en camino al lugar
donde se realizaría la ceremonia. El maquillaje se estaba corriendo con mis lágrimas.
Amenazaba con manchar el vestido blanco.
Nunca imaginé
que me casaría a los 18 años con un sujeto al que odiaba por el propio bien de
alguien a quien amaba pero no podía tener.
Había paneado
todo, seguiría el juego de Zigmund durante un año, tiempo que utilizaría para devolverle
la vida a la mansión y todo el dinero se lo dejaría a Chase antes de irme por
mi cuenta a buscar mi lugar en el mundo, muy lejos de él. Por qué si lo tenía cerca
todo el tiempo no podría dejar de tener sentimientos románticos hacia él.
Ese era el plan
hasta el momento.
Mis pensamientos
fueron interrumpidos por un claxon familiar. Me asomé para ver por el espejo
retrovisor y el corazón casi se me detiene al ver el mini cooper de Chase
siguiéndonos al máximo de velocidad que le era posible.
Seguro ya había
leído la nota que le dejé en su habitación y ahora venía a impedir la boda.
Zigmund aceleró
a fondo para alejarnos del mini cooper y en cuestión de segundos lo dejamos
lejos. Mi sorpresa fue enorme cuando a nuestra derecha apareció un lujoso
vehículo rojo conducido por Miranda y el alegre Ian iba a su lado.
—¡Detente
Zigmund!— gritó Miranda mientras hacía un esfuerzo por mantenerse a la altura
de nosotros.
Zigmund aceleró
más.
Nunca imaginé que Chase pediría refuerzos para impedir la
boda.
El auto se
detuvo en seco y casi salgo volando por la fuerza de la frenada. Teníamos
frente a nosotros a la imponente camioneta de los gemelos. Ambos bajaron del
vehículo.
—¡Hasta aquí
llegó tu jueguito Zigmund Kydd!— dijo Andy.
Bajé del auto
molesta.
—¿Qué creen que
están haciendo?
—Impidiendo una
boda que nunca se realizará— dijo Miranda
mientras bajaba de su vehículo.
—¡Ustedes no
saben nada, tengo que hacerlo!
Chase ya nos
había alcanzado, bajó del vehículo.
—Meg, no puedes
casarte con Zigmund, tenemos pruebas. Lo que te dijo es mentira.— dijo Chase
mientras se acercaba a mi llevando una pila de papeles entre manos.
—Esta es tu
verdadera historia.
Gustav era el guardaespaldas de mi madre. Durante la
grabación de “paraíso terrenal” ella sufrió un atentado, pero Gustav la
protegió exponiendo su vida y recibiendo la bala. El estado de Gustav fue
crítico pero logró sobreponerse. Mi madre juró que le estaría agradecida de por
vida. Gustav regresó a su ciudad natal
para iniciar una nueva vida donde conoció a Katherine, se casaron y te
tuvieron. Mi madre recibió algunas fotos tuyas que le enviaba Gustav, como todo
padre orgulloso.
Tan pronto ella
se enteró de su muerte decidió que la mejor forma de agradecerle a Gustav sería
haciéndose cargo de ti. Descubrimos todos los papeles, evidencias y fotos. NO
puedes casarte con Zigmund, Te amo Meg!
Mi primera
reacción fue tomar los papeles, revisarlos rápidamente y me quedé sorprendida,
a punto de llorar. ¡todo absolutamente todo lo que contó Chase era verdad!
MI padre fue el
guardaespaldas de Madame no su amante. Mi vida si es mi vida y Chase no es mi hermano.
Sin dudarlo me
lancé a él y lo besé con todas mis fuerzas los presentes aplaudieron y
chillaron de alegría.
Zigmund estaba a
punto de escapar en su auto.
—¿A donde crees
que vas farsante?— le dijo Ian
Los gemelos se
encargaron de sacarlo del auto y obligarlo a afrontar sus mentiras.
Me acerqué a él.
—esto es para ti.
Alcé el vestido
y le di una patada con toda mi fuerza en su área noble.
Zigmund cayó al
piso con la cara roja del dolor.
—¡A celebrar!
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Hicimos una gran
fiesta privada en la mansión para celebrar que todo se haya arreglado, no era
importante el dinero ahora, pero todo estaba arreglado. Chase y yo no tendríamos que volver a
separarnos jamás. Nunca más volveré a alejarme de él.
Oooh! Menos mal que se arregló todoo! Odio a Zigmund, con toda mi alma....
ResponderBorrarEnhorabuena por el capítulo!!
yo también quiero pegarle a Zigmund!
BorrarQue gran capituloooooooo ¡¡¡¡¡
ResponderBorrarme alegro que te haya gustado ^^ se acerca el gran final
BorrarGracias por el premio Carlitos ya mismo paso a recogerlo ^♠^
ResponderBorrarMe encanto este capitulo, ¿que pasara después?
ResponderBorrar:) ya se acerca el gran final
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