Martes 12 de Noviembre
*/*/*Por la mañana/*/*/
He despertado con los mejores ánimos del mundo. Hoy el sol brilla, el aire está fresco y la
mansión es un lugar relativamente familiar por primera vez.
Bajo a desayunar a toda
velocidad y me encuentro a Chase y Madame sentados ya a la mesa. Chase y yo nos
sonreímos como idiotas. Ocupo mi lugar frente a él y el tiempo transcurre
lentamente mientras intercambiamos miradas y nuestras manos se rozan
ligeramente al intentar alcanzar la azucarera.
Ian a lo lejos lo ha notado y
está intentando cubrir la gran sonrisa que lleva en el rostro. Tal parece que
esto es lo que esperaba desde el comienzo.
—Chase, Meg, hoy parto para empezar con la filmación
de las primeras escenas de la película.
—¡Qué bien Madame!
Me alegro, que le vaya muy bien.
Madame me mira con los ojos muy abiertos.
—Meg, ¿Estás bien? Por lo general no eres tan
entusiasta.
Me doy cuenta que mi alegría está rebozando los
límites. Chase empieza a reír y yo me sonrojo al máximo.
—Es que en verdad me alegro por usted.
Madame me dedicó una sonrisa cálida. ¡Sí! ¡Es la primera vez que la veo sonreír!
Me resulta reconfortante.
—Bueno, espero que no tengan más problemas y puedan
estar bien por su cuenta.
—Claro que sí madre, no sería la primera vez — le dijo
Chase a la vez que disimuladamente me guiñaba un ojo.
Sonrío y le doy un sorbito a mi jugo de naranja. Veremos como continúan las cosas.
/*/*/*/*/ Un poco después /*/*/*
Chase y yo partimos con dirección al club deportivo
mientras madame terminaba de hacer sus maletas.
—Entonces ¿Cómo vamos a celebrar? ¿Cuándo hacemos una gran fiesta?
—Esperaba pasar el tiempo un poco más tranquila…
—respondo.
Chase se muerde el labio inferior pero asiente.
—Está bien, nada de fiestas.
El club estaba tan tranquilo como siempre, las canchas
con pocas personas y el sol radiante desde lo alto.
La gran diferencia es la conexión entre Chase y yo. Es
un lazo envolvente, tibio, cálido. Cada vez que veo sus ojos puestos en mí, el
cuerpo se me llena de emoción, el estómago está apoderado de las famosas
mariposas y no puedo evitar sonreír como respuesta a las agradables sensaciones
en mi interior.
Practicamos un poco en la cancha de tenis, afortunadamente
el instructor faltó hoy y estuvimos por nuestra cuenta. Burlándonos de las
torpezas del otro y disfrutando el día al máximo.
/*/*/*Por la tarde/*/*/
Terminamos el almuerzo y madame está dando sus últimos
encargos antes de partir con dirección al aeropuerto. Chase se ofreció a acompañarla. Lo cual nos deja a Ian, Dorothy y a mi solos
en la mansión.
Subí a mi habitación intentando descansar un poco
después del gran almuerzo cuando un sonido horrible se sintió en la habitación.
Tardé un poco en darme cuenta que venía de la ventana, alguien la arañaba desde
afuera. Abrí los ojos lentamente para
ver de qué se trataba y en ese instante una caja cayó del armario provocando
que mis nervios se pongan de punta. El miedo se apoderó de mí, salí corriendo
de la habitación con dirección a la cocina donde Dorothy e Ian conversaban
tranquilamente.
—¿Estás bien? — preguntó Ian mirándome fijamente.
—Sí, eso creo. Había algo en mi habitación.
Ian abrió los ojos tan grandes como le fue posible y a
Dorothy se le cayó un plato de las manos.
—No me digas que volvió—susurra ella.
—No, Chase aún no ha llegado.
—Me refería al fantasma.
—¿Fa… fa… fantasma?
Ian me hizo un gesto para que tomara asiento en una de
las silletas. Dorothy comenzó con el
relato.
—Hace mucho tiempo atrás cuando Madame recién se mudó
a esta mansión corría el rumor que el anterior dueño murió aquí. Se suicidó y
su alma penaba en el lugar.
Madame no quiso creer hasta que dice que pudo sentirlo
en la habitación principal. Y los platos estaban a punto de acabarse de tantas
caída extrañas. Entonces uno de sus contactos le dio a madame el número de un
experto en el tema, un exorcista. El
vino a la casa y se encargó de hacer que el alma del pobre hombre volviera al
camino.
El cuerpo se me escarapeló.
—Es exactamente lo que me pasó, algo arañaba la
ventana y luego una caja cayó de su lugar.
Dorothy se persignó, Ian no dejaba de mirarme
incrédulo.
—Al fin podré ver al dichoso fantasma—dijo antes de
retirarse de la mesa para continuar con sus quehaceres.
Estaba llena de miedo, no quería pasar más tiempo sola
en mi habitación.
Chase llegó e instintivamente me dejé caer sobre él
aferrándome a su chaqueta.
—¿Qué pasa? ¿Por qué me recibes con tanto
cariño?—preguntó con una enorme sonrisa.
Dorothy lo puso al tanto. El no paró de reír. Cuando
al fin se le pasó la risa tomó mi rostro entre ambas manos obligándome a verlo
a los ojos.
—Meg, no hay ningún fantasma aquí y nunca lo hubo. No
debes creer en eso. Ahora veo que estabas asustada y no emocionada de verme.
Bajé la mirada en señal de disculpa. Él me depositó un
tierno beso en la frente.
/*/*/*Por la noche/*/*/*/
La cena pasó de lo más tranquila, todos en la mesa
compartiendo en total calma. Nadie volvió a tocar el tema del fantasma pero yo
no podía sacármelo de la mente.
Terminé de cenar, me despedí de Chase con un beso
corto en los labios y partí hacia mi habitación.
Una vez dentro no podía evitar los ligeros escalofríos provocados por el miedo. ¿Y si es
real? ¿Si hay un fantasma en la mansión? Ya sé que puede sonar ridículo pero me
asusta, en verdad me da miedo.
Justo cuando tenía medio cuerpo dentro de la cama el
sonido comenzó otra vez, ese chirrido en la ventana, los movimientos como si
alguien la forzara para entrar, una sombra siniestra reflejada en la cortina.
Me paré rápidamente y corrí a la habitación de Chase,
entré sin pedir permiso y me tumbé sobre él en la cama.
—¿Meg que pasa? No me digas que quieres llevar lo nuestro
a otro nivel ahora.
—No, bobo. El fantasma, ¡Es real! ¡Está en mi
habitación!
—Ya te dije que…
—Lo juro, vamos si quieres. Es real.
Chase se la pensó dos veces y terminó aceptando.
—Todo sea por mostrarte que no hay nada, de todas
formas puedes dormir en mi habitación, por mi no hay problema.
Le di un codazo en las costillas. ¿Cómo se atreve a
bromear así cuando yo muero de pánico?
Abrimos la puerta de mi habitación y dejé que el
entrara primero. Para ser honestos quería quedarme en la puerta.
—¿Lo ves? No hay nada.
Y otra vez el sonido….
Ambos salimos de la habitación, Chase cerró la puerta
a sus espaldas y se quedó quieto ahí, respirando rápido.
—¿Ahora me crees?
—Creo que puedo cambiar de opinión. Vamos por Ian.
/*/*/*/*Un poco después/*/*/*
Dorothy está con los nervios de punta, Ian está
pensativo y Chase y yo estamos juntos en el gran sofá. Él intenta calmarme
acariciando mi cabeza suavemente.
Despertamos a todos y creo que fue mala idea, sólo
ayudó a aumentar el pánico grupal. Ahora
ninguno de nosotros puede dormir.
—Deberíamos llamar al exorcista otra vez— sugirió Ian.
—Sólo mi madre tiene el número.
—Ok, entonces ¿Qué haremos ahora, pasar las próximas semanas
fuera de la mansión? —pregunté.
—No es mala idea—agregó Dorothy.
Por ahora todos juntos podemos ayudarnos en caso el
fantasma aparezca o vuelva a manifestarse. Continúo en el sofá desde donde
escribo estas líneas, espero poder dormir un poco aunque parece imposible por
ahora.
Te cuento que más pasó mañana.
Oohhh no vi venir lo del fantasma 😱😱😱😱😱😱 es que ohh quedé en shock D: pero buenooo... Me alegra de que Meg y Chase aun estén mas que bien :D
ResponderBorrarPd: Hola soy yo otra vez, si la de la promesa, sip la estoy cumpliendo jijihihihih ;)
Fue toda una sorpresa ;) ese Chase a veces creo que nunca cambiará xD
BorrarEsta muy bien ^^ me encanta ^^
ResponderBorrarsaludos mayte n.n
Gracias Himeko ^^
BorrarFue una sorpresa lo del fantasma ^^ me gusta mucho la historia
ResponderBorrarBesos
:) me alegro Sabri ^○^ se vienen más sorpresas
BorrarFantasma!!! Qué buen giro le diste a la historia. Chase cobarde xD Ian aún no se lo cree del todo. Es que, me los imagino acampando fuera de la mansión.
ResponderBorrarUn capítulo que no me esperaba, me gustó mucho y espero a ver qué pasa con este grupo.
Bea! ese fantasmita es un loquillo, ^^
Borrareres genial, a mi me encantaria hacer un blog y compartir mis gustos.
ResponderBorrarsuerte!
BY: Zodiac <3